Monday, February 25, 2008

dejad que los freaks se acerquen a mi

Ya os conté lo de aquella noche en que un desconocido se me acerquó y me regaló la bonita letra de una bonita canción. Bien pues parece ser que tengo un imán para que los personajes más insospechados me aborden en los bares, esta vez a plena luz de domingo ceniciento, y me regalen sus más variopintos mensajes.

Ayer, domingo, me fui a hacer lo que todo buen residente de la ciudad hace el domingo: tomar el aperitivo. Esta tradición, junto con la otra de desayunar dos veces (una en casa, otra en el trabajo) son dos de las costumbres que más me gustan de esta ciudad. La cita era en el barrio multicolor, en Lavapiés.

El aperitivo empezó bien, nada más entrar en el lugar de la cita, un chico al que no había visto en mi vida me invitó a una caña, resultó ser amigo de una amiga. Con un recibimiento así, una se pone de buen humor por mucho que el clima no acompañe.

Unas cuantas cañas después, se nos acercó un muchacho con una carpeta con un gran arco iris pegado en ella. Intentaba vender su libro. Pero nadie de los allí presentes estábamos por la labor ni de comprar libros, ni los pendientes que nos fueron ofertados con tan sólo unas cañas de diferencia. Lo único de lo que teníamos ansias es de vaciar más y más vasos de cerveza a la par que echarnos unas risas. Las despedidas es lo que tienen.

En uno de mis zigzagueantes viajes a la barra del entrañable local, el muchacho de la carpeta multicolor se me acercó de nuevo y me dijo ¨He sentido que tenía que regalarte esto, es la dirección de mi libro¨. Yo, con tanta caña y sin mis gafas, no veía ni torta pero él, muy amablemente, leyó en voz alta las inmensas letras librodelavida.org, garabateadas en una servilleta de bar, de esas que se pierden siempre cuando en ellas tienes escrito un número-de-teléfono-que-no-puedo-perder o la-dirección-de-correo-electrónico-de-ese-peazo-de-pibe.

En esta ocasión, no sólo no me soné los mocos con la servilleta si no que además la he encontrado hoy vaciando mi bolso. El título completo del libro no tiene desperdicio: El libro de la vida y la alianza del arco iris.

Wednesday, February 20, 2008

de votos y la ley de mercado


Ayer en el descanso de clase en el British, uno de mis compañeros de clase andaba hojeando uno de eso periódicos gratuitos con los que se empapelan estos días las calles de todas las ciudades. El titular leía ¨Venden su voto en Internet ... y no es delito¨. La noticia luego explicaba que el precio medio del voto era unos 100 euros y que, en algunos casos, se habían pagado hasta 300. Un pellizco.

Esta noticia me recordó a una antigua amiga que era adicta a los Red Bull y conducía un viejo Mercedes destartalado regalado por un familiar. Elena contaba sin pudor ninguno que ella llevaba años vendiendo su voto a sus progenitores. El tema es que habían llegado a un acuerdo que satisfacía a las dos partes. Ella, totalmente descreída del sistema democrático, de partidos políticos y demás menesteres triviales y mundanos; consideraba que no había nada malo en hacer felices a sus creadores y a la par sacarse unos durillos. Ellos, por su parte, anexionaban a su causa, que no viene al caso mencionar, un granito de arena más.

La verdad es que contado por Elena, un personaje entrañable y sin maldad, la historia adquiría tintes cómicos. Claro que para coseguir reirse, habría que dejar de lado todas aquellas textos leídos acerca de la lucha que años atrás mantuvieron muchas personas para conseguir el derecho al voto, especialmente las mujeres.

En unos días en que todo se puede comprar y vender y al precio que están las hipotecas, el pan y la leche, no me extraña que la gente venda los puntos del carnet de conducir, las emisiones contaminantes permitidas por país, los votos, los higadillos y hasta las bragas sucias. ¿delitos? Qué cínicos!


Tuesday, February 19, 2008

en honor a irma

Este sábado me apunté de voluntaria a una actividad que organizaba la Asociación Atletismo y Salud, no porque sea una fan de tal deporte si no porque una de las fundadoras y alma mater del proyecto casualmente vive conmigo.

Goreti lanzó una invitación abierta al evento, en la cocina de casa, una semana antes del mismo con un tono de voz y una sonrisa como quien está acostumbrado a sólo encontrar negativas de respuesta. Así que no sé si porque me gusta llevar la contraria, que me gusta, o porque me emociona el modo en que Goreti se implica en su asociación, acepté la invitación.

La cita era sábado a las 8:30 de la mañana en un parque en Pozuelo, una ciudad próxima a Madrid. Esto significaba levantarse a las 7 de la mañana, hora poco frecuentada en días de descanso laboral. En cualquier caso, yo estaba decidida a colaborar y, no sólo eso, sino además a pasármelo lo mejor posible.

El frío y el sueño eran increíbles pero saludables (creo). Tras desayunar un poco salimos en metro hacia el primer punto de la ruta matutina: la casa de otro de los implicados en el proyecto: Javier. Javier vive en Parque de Santa María, zona norte de Madrid. En su casa tomamos un café y cargamos unas cuantas cosas que utilizaríamos para el montaje del cross. Fue en casa de Javi donde Gore me advirtió del carácter más bien gritón y nervioso de su amigo y compañero de asociación, diciéndome bajito al oído “Cuando lleguemos a Pozuelo, Javi se pondrá a chillarnos, pero tú ni caso”

El trayecto en el coche de Javi fue tranquilo y relajado pero tal y como me había adelantado Gore en cuanto nuestros pies se posaron en la localización del evento Javi se transformó en un ser nervioso, estresado y, desde mi punto de vista, divertido.

Marcamos con un poco de cinta de precinto y cinta plástica, cedida amablemente por una marca de refrescos, el recorrido de la carrera. Colgamos las pancartas de META y SALIDA con ayuda de una Goreti encaramada a los árboles y una escalera. Montamos un cajón de salida para calentamientos con la ayuda de unas vallas de obra cedidas por el colegio en el que trabaja Javi. Y ubicamos el punto de avituallamiento con bebidas y bolsas de regalo, todo muy desinteresadamente donado por la arriba mencionada marca de refrescos y por una academia de idiomas.

Tras todo este trajín comenzaron a llegar los niños (el cross era infantil) con sus correspondientes padres, que como siempre dan más la lata que los enanos. Eran las 10:30 y yo ya estaba muerta de hambre.

Las carreras se sucedieron una tras otra, con normalidad y gran participación y con el paso de las horas, la organización mejoraba (a la par que aumentaba mi hambre y sueño).

Tras todas las competiciones con entrega de medallas incluida comenzó la mejor parte de todos los eventos: el desmontaje. Los desmontajes siempre son más relajados y rápidos y marcan el final del trabajo lo cual los dota de un carácter marcadamente festivo. Más tarde, comida y viaje de regreso, éste a diferencia del viaje de ida, que fue muy dicharachero, se caracterizó por los ronquidos de unas cuántas de las presentes.

Al llegar a casa del conductor, nos asaltó la triste realidad: el resto de la siesta tendríamos que hacerla en el metro, que siempre es menos íntimo. El caso es que Goreti, mujer de energía inagotable, no me dejó continuar con la cabezadita. Vimos partir un tren justo en nuestras narices pero el tema no nos importó demasiado pues nos habíamos enfrascado en una conversación imagino que interesantísima; en cuanto llegó el siguiente, nos metimos en él absortas en la charla.Tampoco nos importó que el tren parara durante lo que fueron largos minutos en una estación, que ni siquiera reparamos en cuál era, y cuando una chica asomó su cabeza por el vagón y nos preguntó si el metro iba en dirección Argüelles, tampoco nos asaltó ninguna duda, alegres y decididas respondimos que sí.

La conversación continuaba tranquila hasta que yo leí un cartel de una de las estaciones posteriores: PARQUE DE SANTA MARÍA. En ese momento, a las dos de repente pareció encendérsenos la bombilla ¿parque de santa maría? Pero si estamos en Parque de Santa María ¿de dónde venimos? ¿y a dónde vamos? Todas estas preguntas, trascendentales, y que todos nos hemos hecho alguna vez, en aquel momento, en aquel lugar, ESTABAN SIMPLEMENTE FUERA DE CONTEXTO. Nuestras carcajadas y desconcierto eran tan grandes como el tamaño de los ojos de la gente a nuestro alrededor, que, sin duda, debía estar pensando que estábamos borrachas o fumadas (o las dos cosas).

Como nuestros cerebros somnolientos no atinaban a descifrar el enigma de nuestra supuesta abducción, decidimos salir del vagón no sin antes arrastrar a la muchacha que previamente nos había preguntado y que se dirigía a Argüelles. La chica que, evidentemente, andaba más despierta que nosotras dijo en voz alta y con un plano de metro en la mano “Yo no me bajo que voy bien”. Esto pareció apaciguar nuestro desasosiego trascendental pues dimos media vuelta y nos dirigimos hacia nuestros sitios de nuevo.

El caso es que el sueño, las risas, el descoloque y la puta mala suerte hicieron que yo intentara sentarme atravesando primero una barra de hierro ubicada verticalmente de techo a suelo del vagón. Así que me di un sonoro golpe en la nariz y frente con la mencionada barra y reboté hacia atrás como en los dibujos animados. El golpe debió hacer que mis neuronas despertaran pues de repente se me ocurrió mirar el plano de metro que, muy convenientemente, está ubicado en el interior de todos los vagones. El enigma era sencillo: cogimos un tren en dirección opuesta a la de nuestro destino y al llegar al final de la línea rebotamos y volvimos a pasar por el punto de inicio de nuestro viaje. Es peligroso madrugar y viajar en metro.

Monday, February 18, 2008

rabbies vaccination

I had a strange dream. I was having the rabies vaccination. The person who was administrating it to me was an Indian lady. She had a red bindi on her forehead and a necklace with a spiral on it. An endless shape.

I was chatting with her, trying to relax, telling her I had the same necklace but mine was larger. I was anxious. I always get anxious when I´m getting a shot.

She approached me from the left and as she was going to put the needle in me, I realized she was not heading for my shoulder but my left cheek instead, right under my cheekbone.

Friday, February 15, 2008

my sparkle

Lately, I have been a little bit lazy about my writing (especially for those of you who read me in English). I have not been very inspired and yesterday the comment of my English teacher was the straw that broke the camel's back: You've lost your sparkle.

I guess I left somewhere among a few beers in Lavapies.

Thursday, February 14, 2008

nelson mandela

Our deepest fear is not that we are inadequate. Our
deepest fear is that we are powerful; beyond measure.

It is our light, not our darkness
which frighten us. We ask ourselves "who am i to be brilliant, gorgeous,
talented, fabulous' Actually who are you not to be. (...)

Your playing small does not serve the world. There is nothing enlightened about shrinking so that other people dont feel insecure around you.

We are meant to
shine as children do (...)

As we let our light shine, we unconciously give other
people permission to do the same.

As we are liberated from our own fears,
our presence automatically
liberates others.

Wednesday, February 13, 2008

de cervezas, confesiones & cuadros de picasso




Últimamente parece que las palabras se me pegan al fondo de la cabeza y detrás del paladar y no salen con soltura para expresar lo que vivo y lo que me va pasando. Cierta es esa teoría de que el bienestar está reñido con la creación, como bien apuntaba mi amigo Fritanga.

Miércoles, mediada la semana ya. Me senté a meditar y mi mente parecía un mono, saltando de rama en rama, sin fijarse en ese centro mismo del ser, la respiración. Mediada la semana y todavía reverberan en mi cabeza confesiones fraternales al calor de la cerveza del pasado domingo en un lugar angosto del rastro. El madrileño.

A veces creo que la familia es un invento hecho para hacerte sufrir, me escribió Joy una vez cuando estaba lejos. Yo, sin embargo, pienso que a veces la familia está muy bien, sobre todo, cuando se tiene el valor de decirse lo que realmente se siente y piensa, cosa no sencilla. Confesar libera, aunque duela.

No todo fueron confesiones a media voz al calor de las cañas domingueras. Hubo también risas descontroladas y paseos resacosos por salas llenas de cuadros con figuras desfiguradas. La resaca no le hace justicia al Maestro Picasso.

Monday, February 04, 2008

otro día más


Tantas cosas que hacer y tan poco tiempo. La mayoría de mis días me acuesto con la sensación de que me han faltado horas para hacer todas las cosas que tenía en la cabeza. Otro día más se me escurrió entre los dedos y todavía no pude plasmar en palabras algunas de las cosas que me impactaron de México.

Otro día más y todavía no he salido al amanecer a hacer fotos con mi nueva cámara. A veces pienso que tendría que hacer como mi amigo Pablo que siempre, siempre, siempre lleva colgada cruzada a la espalda su máquina reflex. Claro que Pablo es fotógrafo, yo no sé cómo quedaría con la cámarita que me traje de USA, así como la mochila con las cosas de la piscina e incluso, últimamente, la bolsa con el tupper con la comida (la vida está muy cara en Madrid).

Otro día más y no continué con mi cuento indio. Todavía las memorias están vivas y de vez en cuando me asaltan en el metro o en el autobús tal que ventanas que se abren al pasado y conectan aquellas realidades con las que ahora tengo enfrente de las narices. Tan lejanas, tan cercanas.

Otro día transcurrió y no pinté de colores mi habitación, ni mi salón, ni mi cara. Ni corté mi cabello al cero. Ni leí aquella revista que traje desde Lyon y tampoco terminé el libro que he paseado hasta la saciedad por varios rincones de la geografía americana. No saludé al vecino de enfrente ni al portero. No cociné nada y tampoco quemé nada. No hablé con nadie por teléfono. Ni comenté divertida la última película de Wes Anderson que me hizo volver a desear ir a la India. No deshice la maleta que lleva hecha meses por si acaso. No nadé ni guardé la ropa. No visité ningún museo. Pero hice un regalo y me reí. También aprendí un poco más de algo que me fascina.

Otro día más y no comenté aquello de que murió un músico del circo cuando me hallaba lejos. Tampoco comenté que sólo resultó realmente chocante cuando pisé de nuevo el circo. Pepe se fue de repente, sin avisar. De noche, creo. Pienso que el circo tiene algo...

Sunday, February 03, 2008

Friday, February 01, 2008

the aftermath of a meeting

I see you and I do not recognise me in you.
I see me and I don't find her,
the one I was.
Void is full.
It´s solid, dense,
colourful and insurmountable.

A part of my body was erased, vanished
I do not find it but I do not miss it either.

******

Qué extraño es ver-las y no reconocerme.
Qué extraño mirarme y no encontrala, a ella,
a la que fui y ya no seré.
Este vacío que se crea está lleno.
Es Sólido, denso,de colores, insalvable.

A mi también se me borro parte de mi cuerpo o de mi ser,
aquella que fui y ya no encuentro, pero no la echo de menos.