Tuesday, April 28, 2009

nubes, no ves?

Esta mañana descubrí un cielo cubierto de unas nubes de un blanco grisáceo recortadas y colgadas sobre un cielo plomizo. Al fondo, un rayo de sol.
Bernat Soria hace unos días, aseguraba con un premio recién recibido en sus manos que no es la capacidad de usar herramientas, ni la capacidad de predicción (capacidad que compartimos con los chimpacés que, por ejemplo, son capaces de mentir); sino la capacidad de ser creativos la que nos hace humanos, la que nos hace diferentes de nuestros hermanos los animales.
La capacidad de reinventarse. Cuanto más creativo, más humano. Imagino que es cierto, me cuesta imaginar a un orangutan creando una canción para entretenerse (aunque quién sabe).
Ayer, recogiendo la colada, se hizo evidente de nuevo la dificulad de doblar una sola las sábanas de una cama doble.
Las nubes eran increíbles, no pude resistirlo y, en pijama, salí a la terraza a las 8 de la mañana a hacer fotos sabiendo, de antemano, que no las podría atrapar. Las nubes son magia y yo no sé fotografiarla...

Sunday, April 12, 2009

sobre personas indelebles y la no necesidad de sacar fotos

A woman must have money
and a room of her own if she is to write
Virginia Woolf



Hace poco alguien me preguntaba en una preciosa y atlética mañana de domingo madrileño que si cuando viajaba sacaba muchas fotografías, pues el susodicho me había encontrado en una terraza de Lavapiés con mi cámara de bandolera. Intenté explicarle que cuando viajo no me gusta tanto sacar fotos como cuando estoy en un lugar quieta; fotografío más como experimento o deporte que como medio de recuerdo (para eso prefiero escribir). Intenté explicarle mi teoría de que las fotografías son pedazos de muerte, recuerdos muertos, que cuando se comparten tienden a violar la intimidad de uno. Detesto mostrar las fotografías como trofeos de todos esos sitios donde uno ha estado, y, sin embargo, me encanta ir a exposiciones de fotografías.

Pocas fotos son tan potentes traedoras de recuerdos como el propio corazón. Es cierto que hay personas, sitios que quizás no se hayan quedado en la memoria tan fuertemente fijados como otros y que, cuando vistos de nuevo en una fotografía, hacen saltar un resorte interior que te vuelve a transportar al lugar y momento donde fue tomada la instantánea. El caso es que las fotografías son demasiado ¨reales¨ no lo suficientemente personales como para teletransportarle a uno a los paisajes de la mente que uno habitaba en aquellos momentos a los que se refieren.

Así que tomo mi cámara y disparo, al tuntún, de muy cerca, mirando o sin apenas enfocar, jugando a ver qué saldrá. Me encanta distinguir las formas geométricas en las calles, los escaparates, los parques. Los colores que se repiten en varias camisetas de caminantes en direccion opuesta. El movimiento. Y me divierto, cuando lo veo. Son fotografías que no tienen ningún objetivo, no cuentan una historia, no inmortalizan ningún momento decisivo en la vida de nadie y, sin embargo, a su manera también muestran alguna realidad profunda, la propia.

Creo que las personas y los sitios indelebles no necesitan ser fotografiados, siempre permanecen con uno.

Monday, April 06, 2009

mirar, cruzar, encontrar




Mirar al otro


Cruzar información


Encontrar lo común