Cambia el tiempo, cambia la estacion... En 5 dias todo a mi alrededor ha cambiado, la lengua, el paisaje, la comida, las normas de comportamiento, el color de las pieles...todo menos yo. Es el unico elemento en comun.
Me siento extranya. Siempre me ha costado un poco adaptarme a los cambios, son como una bofetada, sobre todo cuando son repentinos. Asi que ahora me encuentro respondiendo en Indonesio cada vez que un tailandes me pregunta en tai y comiendo con las manos en un pais donde chuparse los dedos es una groseria monumental pues solo los animales "chupan".
El viaje hasta aqui, duro, largo, agotador, impresionante. Dormir en la estacion a la espera del tren, copas nocturnas con companyeros de viaje en vagones de tren decorados con globos y luces, ninyas malayas burlandose de mi y llamandome "Boy! Boy!", pasarme mi parada (las copas...) ... y tras cuatro dias de buses, trenes y ferries. La playa. El Disneyland de Tailandia.
Ayer era la unica blanca en la ciudad, hoy soy una mas entre tanto turista. Una turista accidentada, mas que accidental.