En un Madrid multicolor y multiétnico vivo. Paso por la mañana por India y Bangladesh para hacerme con el incienso que perfuma mis meditaciones matutinas. Voy a Marruecos al mediodia para tomar un té con dulces. Por la tarde si tengo tiempo me dejo caer por el Africa Subsahariana; con su sonoridad francesa y su colorido y elegancia natural, básica, rotunda, no pretendida ni comprada sino heredada de la tierra roja y caliente.
Me voy de compras a China y encuentro barato y al por mayor de todo, desde linternas a cuadernos, cinturones, artilugios para mi cocina, sobres para enviar mis cartas... Esta China que habla español con accento oriental y sin pronunciar las ¨R¨.
En las oficinas gubernamentales, por fin también ¨Ellos¨, se han dado cuenta de que Madrid es multicolor y los carteles informativos, poco a poco, se van convirtiendo en bilingües, Español y Arabe.
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