“Why are women... so much more interesting to men than men are to women?”
Virginia Woolf
Vaya esto por delante: he vivido dos abortos, no en mis carnes, pero
muy, muy, muy cercanos y estoy convencida de que es una de las
decisiones más difíciles por las que una persona tiene que pasar.
Incluso si una está totalmente convencida de ello, es un hecho
desagradable y traumático para cuerpo y alma.
Dicho esto: Yo me pregunto ¿quién (qué macho) se cree con derecho a
legislar sobre tal decision? Decisión, a mi parecer, personal e
intimísima que únicamente concierne a dos personas, progenitor y
progenitora.
Yo me pregunto ¿Por qué no se promueve una ley que legisle sobre el uso del
preservativo en la relaciones sexuales entre machos y hembras? Una ley
que multe, persiga, y trate de delincuentes a aquellos que con todo su morrazo te sueltan
aquello de que no sienten nada con una goma puesta.
Mejor aún: Se la cortamos a todos y así nos aseguramos que, nosotras,
pobrecitas mujeres, que no podemos tomar decisiones por nosotras mismas, no nos
quedemos embarazadas sin desearlo para más tarde arrepentirnos (malditos
seres inestables) y querer matar a un hij@ no nato.
Me tranquiliza una compi de piscina al decirme que jamás ha visto un
caso de aborto en los tribunales en su larga trayectoria como jueza. Una vez más, montan
una gran cortina de humo sobre una realidad que NO es un problema,
gastando nuestro dinero, el de todos, y nuestro tiempo; en vez de
trabajar y dedicarse a solucionar problemas reales y acuciantes como ese
fatídico 27%.