Thursday, November 21, 2013

guía del barrio para poetas casados



- Supongo que me respetarás, ¿eh, Teodoro?
- ¿Qué guarradas está usted pensando padre?
- ¡Déjate, déjate! Que un hombre en la cama siempre es un hombre en la cama, ¿eh?


Amanece, que no es poco
José Luis Cuerda


No tiene esta misiva más intención que servir de guía a un poeta casado y bien casado, tal que humilde anfitriona del barrio de Argüelles y aledaños.

A primera hora de la mañana o última de la noche, según se dé el día,  unos pasos le llevarán directo de su cama transitoria hasta la churrería de la calle Hilarión Eslava, ésa que no tiene nombre. Por distintivo luce, únicamente, una persiana grafiteada. No tiene pérdida, es aquella que está entre la tintorería y la tienda de lanas. Allí, se podrá deleitar con unas maravillosas porras recién hechas, tan madrileñas ellas, acompañadas de un chocolate caliente, reconfortante.

Si lo prefiere, puede dar un paseo más largo, y subir la calle Fernando el Católico hasta una pequeña panadería regentada por una francesa de bonita sonrisa y dulces maneras y que con su pan, tartas y napolitanas de chocolate le hacen pensar a una que está en la mismísima Francia.

Para bajar el desayuno, un paseo por el parque del oeste y el paseo de Camoens, cerrado al tráfico privado los fines de semana y plagado de gente en mono patín  y en bici.
El aperitivo en Casa Paco, en cuya carta se asoman hasta 25 tipos de tortillas, de las de verdad, hechas con huevo. Puede usted intentar sentarse a comer en el Restaurante Nájera, con fresqueras , y, como colofón, un café en la Cafetería Hermanos Díaz  (HD) que reúne abuelos del barrio con modernos en la misma exacta proporción. Los primeros, toman la merienda, mientras los segundos se deleitan con un  Gin Tonic de su extensa carta. 

La puesta de sol invernal, de hurtadillas, en la terraza espectacular de su propio hotel, acompañada de un té caliente que, a esas alturas y en estas épocas, el viento de la sierra es helador. 

Para la caña vespertina, El Rosado, en la esquina de Hilarión Eslava y Meléndez Valdés. Un bar de parroquianos de toda la vida, de esos sitios a los que una nunca sabe por qué sigue yendo. El dueño es un sieso, la sonrisa le cuesta e invariablemente cada vez que una pide un botellín tiene que mendigar un pincho. Estos van de las cortezas revenidas, a las tristes aceitunas pasando por las  patatas fritas de bolsa, todo en cantidades irrisorias. Y, sin embargo, tiene ese algo irresistible. Cuelgan de sus paredes vetustos carteles de concursos de tunas de hace más de 40 años, en la estantería hay botellas de Fundador bien cargadas de polvo y sirven Kir Royale, un aperitivo típico belga.

Tuesday, September 10, 2013

comer, beber, andar

"Sepan que no hallarán en este libro ni terribles aventuras, ni cacerías extraordinarias, ni peligros, ni descubrimientos: no. Sólo la fantasía de un paseo lento al paso balanceante de los camellos, en el infinito del desierto rojizo..."

Pierre Loti, El Desierto.


¿Qué podría contaros que os acercara a la medida, forma, sabor, olores y el color de aquella esquina ridículamente pequeña del inmenso país por la que tuve la suerte de pasear?

¿Qué podría deciros?, que cada día de viaje por China vale como una semana en casa, sabida y previsible. Que ir a comer a un restaurante o a aquel chiringuito callejero junto al lago se convierte en un bello juego del que desconoces las reglas. Cartas indescifrables compuestas por preciosos caracteres trazados con destreza durante milenios y, simplificados ahora, para que los pocos que se atreven con el idioma puedan alcanzar a aprehenderlo en el corto espacio de una vida terrenal.

Narraros la humildad que requiere el tener que preguntar a cada paso: el camino, el autobús, el pueblo, el templo, cada cosa, tal que analfabeta. Compartir con todos a los cuatro vientos, de nuevo, mi teoría de que la bondad humana es universal y ampliamente extendida por mucho que nos hagan creer que No, que el mundo es un lugar aterrador, que no debemos salir de nuestras casas ni dejar de ver sus noticias en su televisión.

Relataros que China es grande, y China es Asia, mi adorada Asia. El aire, allá dónde estuve, se mastica y tu propio sudor te hace cosquillas cuando unas gotas juguetonas bajan por tu espalda acariciándote.

Podría contaros que los hombres chinos no se averguenzan de llevar los bolsos de sus acompañantes femeninas y los portean con la cabeza alta como el que muestra una medalla ganadora. Te empujan al entrar y al salir del metro, del autobús, como si una gran prisa invadiera el país, les acuciara, la prisa del que ha estado aislado durante años del mundo. Prisa por ir, por venir, por coger asiento, prisa urbana.

Describiros que no sonríen de per se y, sin embargo, son amables. Ellos, bajitos y feos y ellas, más bellas y esbeltas, como siempre, pero con el peor gusto en el vestir que he visto en lugar alguno. Zapatos horrendos, combinaciones de colores y estampados, imposibles, móviles de última generación.

Confesaros que comí mucho y muy rico, cada día, sin faltar uno. Dumplings para desayunar. Tallos de flor de loto salteados. Arroz, arroz y más arroz. En otra vida, estoy convencida de que nací en Asia. Un amigo hace poco me vino a confesar que él estaba seguro de haber sido un indígena centro americano bajito antes de ocupar su ser actual.

Y caminar y ser y sentir y beber cerveza tostada de Laos junto a la frontera, en pueblos de esos que una nunca sabe quién ni qué decidió que pertenecieran a uno u otro país, que cayeran a éste o al otro lado de esa raya imaginaria que los divide y nos requiere de visados, pasaportes y otras estupideces burocráticas.

China es tan grande que mi pequeña y humilde persona no podría contarla jamás ni en un millón de vidas terrestres. Así de grande es China.


Wednesday, April 24, 2013

sobre leyes absurdas y absurdos legisladores

“Why are women... so much more interesting to men than men are to women?”

Virginia Woolf


Vaya esto por delante: he vivido dos abortos, no en mis carnes, pero muy, muy, muy cercanos y estoy convencida de que es una de las decisiones más difíciles por las que una persona tiene que pasar. Incluso si una está totalmente convencida de ello, es un hecho desagradable y traumático para cuerpo y alma.


Dicho esto: Yo me pregunto ¿quién (qué macho) se cree con derecho a legislar sobre tal decision? Decisión, a mi parecer, personal e intimísima que únicamente concierne a dos personas, progenitor y progenitora. 

Yo me pregunto ¿Por qué no se promueve una ley que legisle sobre el uso del preservativo en la relaciones sexuales entre machos y hembras? Una ley que multe, persiga, y trate de delincuentes a aquellos que con todo su morrazo te sueltan aquello de que no sienten nada con una goma puesta.


Mejor aún: Se la cortamos a todos y así nos aseguramos que, nosotras, pobrecitas mujeres, que no podemos tomar decisiones por nosotras mismas, no nos quedemos embarazadas sin desearlo para más tarde arrepentirnos (malditos seres inestables) y querer matar a un hij@ no nato. 


Me tranquiliza una compi de piscina al decirme que jamás ha visto un caso de aborto en los tribunales en su larga trayectoria como jueza. Una vez más, montan una gran cortina de humo sobre una realidad que NO es un problema, gastando nuestro dinero, el de todos, y nuestro tiempo; en vez de trabajar y dedicarse a solucionar problemas reales y acuciantes como ese fatídico 27%.

Tuesday, April 16, 2013

todo viaje es un viaje interior

 "Gran Kan, he recorrido tu vasto Imperio de un confín al otro; a pie, a caballo, y en barco.  He visto ciudades inimaginables y he imaginado ciudades imposibles de ver: ciudades pasadas y futuras, utópicas e infernales.  Pero el libro que sostienen tus manos no encierra la geografía de tu Imperio, sino la mía propia, porque, a fin de cuentas, todo viaje es un viaje interior."
Italo Calvino - Le Città Invisibili


They say this is not proper travel writing, apparently, you're supposed to provide a lot details on places you've been to, hotels you've checked-in, people you've met along the way.

They say none of this will interest anybody, anytime. Evidently, nobody will know what I refer to, what I'm implying. This is too intimate.

However, who cares where stories are born? who thinks they'll find the same forests somebody else walked through? who wishes to find the same people that somebody else bumped into previously? who strives finding the cheapest hotel?

Your most delicious coffee in town.
Create your best recipe.

This will not be considered proper travel writing....


Sunday, March 31, 2013

habrá que hacerse de alcobendas...

Llega el biciregistro a Alcobendas

to an unknown friend


Yo sólo quiero aprender de ti
algo que pronto se pueda olvidar
pues algún día lo voy a contar
muy lejos de aquí, sí
a otro amigo desconocido aún 

El amigo desconocido, Radio Futura.


I do not know how we run into each other. I cannot recall, that's why I like to jot down important events, so I don't forget.

She is someone I read, I admire and I am fond of, although I have never met her.

We help each other out when we are in need of finding a new room mate, appartment, job. But I have no idea what she looks like.

She keeps me posted on her travels, experiences, movements and so do I. However I ignore the pitch of her voice.

Now, she's leaving and I have the same feeling I would have if a friend left.

Wish her the best.

Monday, March 25, 2013

de las susceptibilidades de la vida o el leer entre líneas

La sita Espe no me encontró traumas. Yo creo que no me miró bien.
 Le dijo a mi madre que lo único que tenía era ganas de hablar, muchas ganas de hablar, que me moría por hablar y que eso más que una enfermedad era una pesadez que uno tiene, como la pesadez de estómago. Vaya diagnóstico más idiota, así también hago yo diagnósticos, no te joroba. (...)
Tú imagínate que vas a hacerte un análisis de orina, 
recoges los resultados y lees:
"Es usted un plasta", firmado: El doctor Martínez.
Eso duele.

Manolito Gafotas, Elvira Lindo.

No me hagáis mucho caso, vamos, como casi siempre, pero me da la sensación de que esta semana, a parte de la Primavera y la Semana Fantástica, hemos estrenado la Gran Semana de la Susceptibilidad.

La semana se inauguró hace un par de días. En Valencia, para más señas, ciudad donde tienen a bien residir unos cuantos de mis familiares más cercanos, entre ellos, mi sobrina Zoe y su progenitora, en adelante, mi hermana.

Después de una maravillosamente soleada y resacosa tarde, amenizada por una, no menos maravillosa, pataleta de mi sobri, ¡ojo! que lo digo desde el cariño, que yo soy super fan de la pequeña Zoe. Yo, que como digo, estaba de resaca y con poco sueño a mis espaldas (inconsciente!), tuve la desafortunada mala suerte de decir en voz alta a mi hermana: Hay que educar a esta niña. Mi hermana me regaló al día siguiente a eso de las 8.30 de la mañana, vamos, para desayunar, un fantástico Sí, ya sé yo que no tengo ni idea de educar a mi hija. Ya te encargas tú de recordármelo cada vez que vienes. De poco sirvió mi yo no quería decir eso que vino después.

En momentos más susceptibles y macarras de mi vida, hubiese cogido la mochila y salido de casa para no volver en un par de meses por Valencia, porque, como dice Manolito Gafotas, eso duele. Imagino que mi hermana reitera mi opinión. En esta ocasión, me fui a hacer 1.500 metros para dejar el mal rollo en el agua, en el fondo de la piscina.

De regreso a casa,  pensé que estaría alejada de este tipo de susceptibilidades más propias de familiares que de amigos. Esta mañana mientras tomaba un té en la cocina y me regocijaba en voz alta del hecho de que me iba a quedar sola en casa esta semana santa -mis compis van a  hacer lo mimso que hace el 90% de los habitantes de esta ciudad: desaparecer-; digo que, esta mañana, a mi exclamación de ¡qué bien la casa para mi sola!, una de mis compis me responde con tono dolido, hasta un poco avinagrado diría yo. ¿Qué pasa? ¿ya nos estás echando? What´s wrong with everybody? Es como si le dijeras a alguien ¡Qué guapa estás hoy! y te contestará ¿quiere decir eso que el resto de días estoy fea? Fuck! No!  

Admito que jamás, jamás de los jamases, NUNCA, ganaré un concurso de tacto y buenos modales. Lo sé. Soy muy brusca, sin aditivos. De hecho, unos meses atrás, cuando un amante recién estrenado me espetó así, sin venir a cuento, aquello de Yo no quiero nada serio -le faltó el contigo-, con el consabido Yo-no-creo-que-follar-haga-daño-a-nadie-no-tiene-por-qué-malinterpretarse, después; Yo, igualmente directa, le contesté con un ¿quiere decir esto que no vas a follar más conmigo para no hacerme daño? Chica, yo qué sé, a mí, las cosas claras, soy de la opinión que mejor un hachazo a tiempo y sin anestesia que pildoritas edulcorantes dosificadas. Se lo advertí y, aún así, el muy tonto-el-haba, acabo haciendo lo que hacen todos: pildoritas dosificadas. Anyway... De todos modos y, conociendo mi mundialmente famoso poco tacto, ¿Por qué?¿Porqué se tiene la costumbre de:

1) Coger las palabras de el de enfrente.
2) Darles la vuelta.
3) Estrujarlas como un papel que se quiere tirar a la basura.
4) Escupirlas deformadas a los demás?

¿Por qué se lee entre líneas sólo lo que se quiere leer? Si nos ponemos en éstas, al final, va a tener una que callarse la boca. ¿quizás es eso lo que me quieran insinuar?????

Me niego a aceptarlo.

PD1: Todos los hechos de esta historia son reales pero total y libremente exagerados a mi antojo con fines literarios no lucrativos.
PD2: Así mismo, los insultos y demás improperios que puedan advertir son, simplemente, licencias poéticas.
PD3: Añado esta tercera post data, en respuesta a los recientes comentarios de un querido amigo: No, cuando hablo de un amante recién estrenado, no me refiero a un amante virgen sino al hecho de ser un amante recién conocido, de hecho, el susodicho estaba ya entradito en años: Que una es ingenua pero no tonta. :P

Monday, March 04, 2013

micro encuentros

Hace exactamente una semana, andaba apresurada por una calle peatonal del centro de la ciudad donde vivo. LLegaba un poco ajustada a una cita con el Sr. Wilson. Mis pies iban a 1.000 por hora y mi cabeza, a unas 5.000 revoluciones por minuto. De repente, entre la gente que iba sorteando, apareció uno de esos chicos que se afanan en captarnos para formar parte de ONGs.

Me interceptó a la voz de Se te ha caído un minuto mientras señalaba con su dedo índice un área imprecisa detrás de mí; instintivamente, miré a mis espaldas para buscar en el suelo aquello que suponía acababa de perder.  Cuando mi acelerada cabeza consiguió procesar sus palabras, una gran sonrisa se dibujó en mi cara, amplia y espontánea, sonrisa a la que el joven contestó con un ¡Mira qué sonrisa más bonita, párate un segundo conmigo!. El piropo no consiguió captarme para su causa pero el fugaz momento me mantuvo sonriendo hasta la entrada del cine. Y más allá.

Este mini encuentro me hizo recordar otro similar acontecido unos meses antes a la puerta de una cafetería no menos céntrica. Andaba yo ensimismada en mis pensamientos cuando una chica parada frente a aquel bar me espetó un Todas las que visten de verde, entran a tomar un café aquí. Tal aseveración hizo que me mirara al ombligo y me diera cuenta de que llevaba puesta aquella gabardina verde esmeralda que tanto me gusta. Inmediatamente rompí a reír, mi reacción hizo que hasta ella se riera. En esta ocasión, la promoción callejera tampoco funcionó, simplemente, porque aquel local me traía demasiados recuerdos no porque su simpatía no me hubiese dado ganas de entrar.


Saturday, February 02, 2013

murakami

Que yo sea yo y no otra persona, es para mí uno de mis más preciados bienes. Las heridas incurables que recibe el corazón son la compensación natural que las personas tienen que pagar al mundo por su independencia.


Haruki Murakami, De qué hablo cuando hablo de correr