Barum, barum?!!!! V. se afanaba en repetir mientras golpeaba con su mano su sien izquierda. Barum barum?!! ¿Por qué? ¿Por qué se cayó mi mujer desde una altura de diez metros?
Trabajo en un circo donde el lema de Más difícil todavía es motor y razón de ser para casi todos los artistas que por allí desfilan. No importa la disciplina, nacionalidad o edad, se quiere, se necesita, ser el mejor, el que hace cosas más extraordinarias.
Barum? ¿Por qué? No lo sé pero anoche O. se deslizó por su cuerda en un movimiento trepidante, como cada noche durante el último mes y medio, y sucedió lo que cada noche temes que pueda pasar. Cayó, sonora y contundente en mitad de la pista.
Yo estaba allí, como cada noche, al pie de la pista disfrutando de la belleza y elegancia del número, de sus movimientos de bailarina a diez metros de altura, sin seguridad, sin ninguna seguridad. Y ocurrió. Sólo recuerdo el grito de su marido, V., todavía en la cúpula del circo colgando boca abajo de la cuerda. Después un leve intervalo de segundos congelado en mi memoria. Ambulancia. Confusión. O. en los suelos, rodeada de extraños que no hablaban su idioma. Sus ojos, llenos de miedo, preguntaban sin palabras ¿volveré a caminar? ¿volveré a trabajar? Dejarla respirar, por favor. Decisiones rápidas. 1000 testigos. Nervios. Miles de llamadas de teléfono. La policía. Investigación. En medio de la confusión, se ve a las personas, de verdad, y algunas no gustan nada.
En un taxi, de camino a urgencias, empecé a digerir lo ocurrido, lo peor estaba por llegar: la tortura del marido, autoculpándose del accidente. Barum? barum? O. tiene una estrella: un par de huesos rotos y una fuerte contusión pulmonar. Hoy el diario no habla de ella.
Trabajo en un circo donde el lema de Más difícil todavía es motor y razón de ser para casi todos los artistas que por allí desfilan. No importa la disciplina, nacionalidad o edad, se quiere, se necesita, ser el mejor, el que hace cosas más extraordinarias.
Barum? ¿Por qué? No lo sé pero anoche O. se deslizó por su cuerda en un movimiento trepidante, como cada noche durante el último mes y medio, y sucedió lo que cada noche temes que pueda pasar. Cayó, sonora y contundente en mitad de la pista.
Yo estaba allí, como cada noche, al pie de la pista disfrutando de la belleza y elegancia del número, de sus movimientos de bailarina a diez metros de altura, sin seguridad, sin ninguna seguridad. Y ocurrió. Sólo recuerdo el grito de su marido, V., todavía en la cúpula del circo colgando boca abajo de la cuerda. Después un leve intervalo de segundos congelado en mi memoria. Ambulancia. Confusión. O. en los suelos, rodeada de extraños que no hablaban su idioma. Sus ojos, llenos de miedo, preguntaban sin palabras ¿volveré a caminar? ¿volveré a trabajar? Dejarla respirar, por favor. Decisiones rápidas. 1000 testigos. Nervios. Miles de llamadas de teléfono. La policía. Investigación. En medio de la confusión, se ve a las personas, de verdad, y algunas no gustan nada.
En un taxi, de camino a urgencias, empecé a digerir lo ocurrido, lo peor estaba por llegar: la tortura del marido, autoculpándose del accidente. Barum? barum? O. tiene una estrella: un par de huesos rotos y una fuerte contusión pulmonar. Hoy el diario no habla de ella.
18 comments:
el jueves estrenan "Divos" en la sala Pradillo..... seguro que te gusta, vete a verla
sombra
Pero cuando vas a dejar de sorprenderme. ¿Trabajas en un circo?. Te sigo hace unos meses y me parece que tienes una vida de lo mas peculiar. Pero lo del circo ya es la repera. Me encanta tu modo de vivir.!Salud¡
gracias.....anonimos ambos....
¿Para cuándo más haikus?
para cuando la inspiracion llegue arroyando la puerta....
¿Y me vas a dedicar uno?
por supuesto!
Ayer en la calma chicha del solete dominguero, me encontré con esta noticia en El País, y me acordé de tí. ¡Qué contraste tu forma poética de contarlo todo con la frialdad de la noticia en prensa!. Más besos y abrazos.
Presenciar algo así ha sido una de las cosas más impactantes que recuerdo en los últimos tiempos.
Todavía tengo los gritos de su marido en mis oídos y el sonido sordo y seco de un cuerpo chocando contra la pista, un cuerpo menudo y delicado.
Las noches han sido duras y los ánimos están cabizbajos, ver algo así no permite frialdad, si acaso escalofríos que reoorren rítmicos tu columna....
Se te echó de menos Irma....no dejes de escribir. Ánimo.
Imagino el shock. Nunca dejará de sorprenderme lo fragil y fuerte a la vez que puede resultar un cuerpo. Lo fácil que es morirse por un absurdo, pero a la vez sobrevivir a lo tremendo.
Gracias por el ánimo y por echar de menos. Un día de estos vuelvo, o revuelvo, no sé, que ultimamente mi reloj se mueve mucho más rápido que yo y no le cabe todo dentro. Si no habrá que echar mano de lo drástico y placentero y tomarse una cañita (o una infusión la menda).
P.D.: ¡Y esta vez el abrazo para el equipo del circo!
yo no puedo dejar de hacerme una pregunta: ¿no había red o algo similar?. o se rompió. es que la estética de los momentos en que nos apenamos mezclado con cierta falta de delicadeza hacia las personas (más bien hacia los cuerpos de las personas, como si fueran carne); me da muy mal fario: estar en un circo no quiere decir que te juegues la vida todo el día. me parece a mi.
un saludo
javier h.
no habia red ni nada de nada....
no habia red ni nada de nada....
no habia red ni nada de nada....
lo siento mucho con red o sin red. espero que se recupere y pronto vuelva al circo.
bks.
javier
p.d. no puedo evitarlo pero tengo una imagen siniestra de los circos.
los trapecistas sin red, los leones y los domadores, los animales enjaulados, los lanzacuchillos y los trajes de los payasos, esos que estaban llenos de brillantina. arhh.
tiene un lado muy freak y escabroso
es cierto!
además los payasos del circo no son como los comediantes del teatro o del cine. la comedia y el drama forman parte de la misma historia pero en el espejo de los payasos del circo me temo que solo se ve vacio, o algo más siniestro si cabe.
es que no puedo con ellos.
bks
javier
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