Viajar prolonga tu vida, la llena de rostros y paisajes. Conoces hombres cobardes que deben vivir una vida valiente, y hombres valientes obligados a vivir como cobardes. “Viajar – escribió Aldoux Huxley – es descubrir que todo el mundo se equivoca. Cuando uno viaja, tus convicciones caen con tanta facilidad como las gafas; sólo que es más difícil volver a ponerlas en su sitio”.
Un largo viaje es también una suspensión en el vacío, por eso crea en ti una sensación de eternidad. Observas, como un “voyeur” impúdico, cuanto sucede a tu alrededor, y a la vez te implicas, te asombras, te estremeces, sientes la ternura de los hombres y también el temor a lo imprevisto. Te observas mientras miras fuera de ti.
Y viajar es también una forma de crear, porque retienes cuanto ves y cuanto oyes, en la memoria y en la retina, para intentar más tarde interpretarlo, como si fueras un artista, un pintor frente a los colores, frente a los rostros y las formas; un músico abierto a los sonidos, a las voces y los ritmos, o quizá y al fín, un poeta. El viaje nos convierte en seres libres; hace posible que nos veamos detenidos en el tiempo mientras el mundo corre a nuestro lado.
Y viajar es bailar, como bien dicen los Chichewas, sordo a todo aquello que no sea el son de una canción ignorada.
Vagabundo en África, Javier Reverte
2 comments:
En 20 días salgo para Boston.
Justo antes de leerte había escrito a una amiga hablándole de ese "miedo-feliz" que precede a las partidas.
Tu post, como siempre, no podía estar más sincronizado con el sentimiento.
Un abrazo, Andrea
Feliz baile !
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