Como dice mi querido Javier Reverte, Todo gran viaje empieza justo al contrario de lo que habias imaginado, no se si esta es la razon por la que el lunes pasado cuando, despues de dos horas de vuelo (dos? creia que solo era una!!!), llegue a Londres Stansted y sali a la terminal ; vi que entre la gente que se arremolinaba a nuestra salida no estaba Ali, mi querida Ali in the Moon.
Al principio, pense que quizas Ali hubiese decidido irse a la ciudad ya que desde las tres de la tarde tenia tiempo de sobra de darse un paseo por la city y regresar a tiempo de embarcar juntas hacia Kuala Lumpur a la 1 de la madrugada. A medida que fueron pasando las horas me di cuenta de que mas bien, por alguna razon, Ali no iba a aparecer. Desde una cabina, llame a su movil pero nadie contesto; el mio, he descubierto que no tiene contratado el servicio de roaming. Un movil sin conexion, aparato inutil donde los haya.
Las 6 horas y media de espera en el mini mini aeropuerto de Stansted no fueron tan dramaticas como habia imaginado, no tan dramaticas pero quiza si un poco mas aburridas, ya que en todas mis ensonyaciones siempre aparecia Ali para amenizar este tiempo de espera. Llegue a la conclusion que tanto Ali como yo somos unas empanadas (mentales) y cada una volaba en una fecha distinta aunque no se cuando habiamos decidido las dos bilateralmente pero sin comprobarlo con los billetes que coincidiamos en ese avion que nos trasladaria a Asia, mi querida Asia.
Las 13 horas de vuelo que separan Londres de la capital malaya es recomendable hacerlas A) con moneda local en el bolsillo o B) con una companyia de las de verdad, o sea, nada de Low Cost. La razon es sencilla: en el fantastico vuelo a traves de no se cuantos husos horarios que separa Europa de Asia, lo unico que una Low Cost, como Air Asia, te proporciona por la patilla es aquello que estrictamente hayas contratado previo pago online y, para el resto, hay que soltar la pasta. Asi que en trece horas, trece que se dicen rapido, la que aqui suscribe se bebio las dos botellas reglamentarias de agua de 33 cl que venian con el menu internacional que decidi contratar online en un momento de lucidez (a momentary glimpse of reason); menos mal, porque si no hubiese muerto deshidratada a bordo, ya que por supuesto no llevaba libras esterlinas ni ringgits malayos en el bolsillo como persona happy happy donde las haya que soy.
Aterrizar en Kuala Lumpur fue una bendicion. Senti de nuevo el aire asiatico. Me senti de nuevo en casa. Siempre pense que en otra vida naci en Asia. El aire asiatico es especial , denso, de otro color, de otro sabor, calido. Asia feels home. En el aeropuerto intente cambiar mis 4 euros (en monedas, claro) a moneda local a pesar de saber perfectamente que en ningun lugar del mundo se cambian las monedas. Pero Asia es especial, asi que cuando con mi carita de pena y de mujer blanca sola y sedienta me acerque al muchacho (chino malayo) del Bureau de Change y le pedi que me cambiara las monedas pues no queria sacar dinero ya que solo iba a estar un par de horas en el aeropuerto antes de partir hacia Australia; el se apiado de mi y dijo que no me podia cambiar las monedas pero que "The water is on me" (el agua va de mi cuenta) mientras me pasaba a traves de la ventanilla 3 billetes de 1 ringgit cada uno, suficientes para comprarme 2 botellas de agua (otros 66 centilitros de liquido para mi body! ea!) Y digo, Asia es asi, especial y calida, siempre me dibuja una sonrisa en la cara y me desarma por dentro. Junte mis manos una contra otra frente a mi cara y espete un "Terimak asi" sincero y profundo.
Las ultimas 7 horas de vuelo a Perth fueron sencillamente una especie de tortura china. Vole de nuevo con Air Asia y esta vez mi sorpresa fue todavia mayor cuando descubri que los asientos ni siquiera se podian reclinar. Dios! Me dieron ganas de tirarme a dormir en el pasillo enmoquetado del avion. Pero claro esto no es India, asi que ni lo intente. Aguante estoicamente y cuando aterrizamos en Perth a las 6 de la madrugada de no se ni que dia sencillamente ya no era persona. Varias veces en el trayecto, me pille pensando para mi misma que quiza ya no tenia edad para este tipo de cosas. Ayer me acoste a las cinco de la tarde y he amanecido a las ocho y media de la manyana y, de repente, me siento bastante mejor. Creo que he ganado la batalla al famoso Jet Lag ese.
Al principio, pense que quizas Ali hubiese decidido irse a la ciudad ya que desde las tres de la tarde tenia tiempo de sobra de darse un paseo por la city y regresar a tiempo de embarcar juntas hacia Kuala Lumpur a la 1 de la madrugada. A medida que fueron pasando las horas me di cuenta de que mas bien, por alguna razon, Ali no iba a aparecer. Desde una cabina, llame a su movil pero nadie contesto; el mio, he descubierto que no tiene contratado el servicio de roaming. Un movil sin conexion, aparato inutil donde los haya.
Las 6 horas y media de espera en el mini mini aeropuerto de Stansted no fueron tan dramaticas como habia imaginado, no tan dramaticas pero quiza si un poco mas aburridas, ya que en todas mis ensonyaciones siempre aparecia Ali para amenizar este tiempo de espera. Llegue a la conclusion que tanto Ali como yo somos unas empanadas (mentales) y cada una volaba en una fecha distinta aunque no se cuando habiamos decidido las dos bilateralmente pero sin comprobarlo con los billetes que coincidiamos en ese avion que nos trasladaria a Asia, mi querida Asia.
Las 13 horas de vuelo que separan Londres de la capital malaya es recomendable hacerlas A) con moneda local en el bolsillo o B) con una companyia de las de verdad, o sea, nada de Low Cost. La razon es sencilla: en el fantastico vuelo a traves de no se cuantos husos horarios que separa Europa de Asia, lo unico que una Low Cost, como Air Asia, te proporciona por la patilla es aquello que estrictamente hayas contratado previo pago online y, para el resto, hay que soltar la pasta. Asi que en trece horas, trece que se dicen rapido, la que aqui suscribe se bebio las dos botellas reglamentarias de agua de 33 cl que venian con el menu internacional que decidi contratar online en un momento de lucidez (a momentary glimpse of reason); menos mal, porque si no hubiese muerto deshidratada a bordo, ya que por supuesto no llevaba libras esterlinas ni ringgits malayos en el bolsillo como persona happy happy donde las haya que soy.
Aterrizar en Kuala Lumpur fue una bendicion. Senti de nuevo el aire asiatico. Me senti de nuevo en casa. Siempre pense que en otra vida naci en Asia. El aire asiatico es especial , denso, de otro color, de otro sabor, calido. Asia feels home. En el aeropuerto intente cambiar mis 4 euros (en monedas, claro) a moneda local a pesar de saber perfectamente que en ningun lugar del mundo se cambian las monedas. Pero Asia es especial, asi que cuando con mi carita de pena y de mujer blanca sola y sedienta me acerque al muchacho (chino malayo) del Bureau de Change y le pedi que me cambiara las monedas pues no queria sacar dinero ya que solo iba a estar un par de horas en el aeropuerto antes de partir hacia Australia; el se apiado de mi y dijo que no me podia cambiar las monedas pero que "The water is on me" (el agua va de mi cuenta) mientras me pasaba a traves de la ventanilla 3 billetes de 1 ringgit cada uno, suficientes para comprarme 2 botellas de agua (otros 66 centilitros de liquido para mi body! ea!) Y digo, Asia es asi, especial y calida, siempre me dibuja una sonrisa en la cara y me desarma por dentro. Junte mis manos una contra otra frente a mi cara y espete un "Terimak asi" sincero y profundo.
Las ultimas 7 horas de vuelo a Perth fueron sencillamente una especie de tortura china. Vole de nuevo con Air Asia y esta vez mi sorpresa fue todavia mayor cuando descubri que los asientos ni siquiera se podian reclinar. Dios! Me dieron ganas de tirarme a dormir en el pasillo enmoquetado del avion. Pero claro esto no es India, asi que ni lo intente. Aguante estoicamente y cuando aterrizamos en Perth a las 6 de la madrugada de no se ni que dia sencillamente ya no era persona. Varias veces en el trayecto, me pille pensando para mi misma que quiza ya no tenia edad para este tipo de cosas. Ayer me acoste a las cinco de la tarde y he amanecido a las ocho y media de la manyana y, de repente, me siento bastante mejor. Creo que he ganado la batalla al famoso Jet Lag ese.
Pero...con tanta agua que bebiste...
ReplyDeleteespero que no hacia falta moneditas para ir a mear, como en Bélgica!!!??
y ahora va un código:
L mex.m llmo.... yuhou vermuth ;-)
jajaaa...lo pillas??
Venga pasatelo muy bien y sigue contandonos tus aventuras!!
un besoo
V.
Felicidades por tu paseo largo por esas latitudes, te sigo viendo.
ReplyDeleteUn abrazo.
Anatapu
Hello monik!! sin tiempo para leerte con calma ahora, te mando un beso grande desde la paz!!!
ReplyDeletemmmmmuacksssssss!!! que disfrutes un montón!