Pon un circo y te crecen los enanos. De tantos enanos que se me suben a la chepa de vez en cuando me retuerzo, me sacudo enérgicamente, giro 180 grados y corro en dirección opuesta. Esta vez corrí hacia el oeste del mapa buscando el verde y el aire puro. Un lugar donde nadie me conozca ni sepa mi nombre y pueda quitarme todo ese peso de encima. Me duelen las costuras y los vacíos.
Al regreso, un mail desde Mali me cuenta que las mujeres allí son vistas como impuras y que los tuaregs, a pesar de su buena fama por estos lares, en realidad son bastante antipáticos a diferencia de la gente de Burkina Faso. Otro mail desde bastante más cerca dice que llegó la buena estrella y las mariposas en el estómago revoloteando sin parar y que es hora de alzar el vuelo y cruzar el charco, a Chile. Desde Chequia se le acusa a la autora de estas líneas de falta de atención.
Coger el coche, conducir, cantar a voz en grito... Me siguen doliendo las costuras, los vacíos y ahora, también, las cervicales.
Al regreso, un mail desde Mali me cuenta que las mujeres allí son vistas como impuras y que los tuaregs, a pesar de su buena fama por estos lares, en realidad son bastante antipáticos a diferencia de la gente de Burkina Faso. Otro mail desde bastante más cerca dice que llegó la buena estrella y las mariposas en el estómago revoloteando sin parar y que es hora de alzar el vuelo y cruzar el charco, a Chile. Desde Chequia se le acusa a la autora de estas líneas de falta de atención.
Coger el coche, conducir, cantar a voz en grito... Me siguen doliendo las costuras, los vacíos y ahora, también, las cervicales.
Como médico me veo obligada a buscar remedios para el dolor de los huecos del cuerpo...
ReplyDeleteSe pueden hacer muchas cosas, pero sólo dos son 100% infalibles: viajar y leer a Philip Roth.
Ninguno requiere un collarín cervical ni reposo relativo a posteriori. Para lo primero, sin embargo, es cierto que se debe hacer un reajuste circustancial nada menospreciable, por lo que no siempre resulta una opción realista.
Para leer a Roth sólo hacen falta ganas. The dying animal. Nunca falla.
Me voy a Japón en dos semanas. Prometo traerte un haiku...para las costuras!!!.
Andrea
gracias que bonito!
ReplyDeleteMe voy de vacaciones 15 días. Macuto y Lonely Planet. Allí me encontraré con un amigo que ha ido antes a un voluntariado...consistente en plantar árboles y construir laguitos en los járdines de ciertas guarderías!!!. Es graciosísimo!!.
ReplyDeleteHay tantas opciones, tantos lugares, algunos (porque no abundan) blogs como el tuyo...que a veces me da la sensación de que me faltan vidas!!.
Me encantó tu viaje a México lindo. Por aquellas fechas me andaba haciendo falta una escapadita, así que usé la tuya...jeje.
Un abrazo, Andre
Hola Mónica y Andreilla, me encantan las coincidencia y las casualidades. Por ese camino me han llegado un montón de emociones y algunas de las mejores compañías.
ReplyDeleteMe sumo al grupo de convalecientes que echa mano de vuestra terapia. Yo también vuelvo de un viaje y hace un par de horas que mi casita se ha quedado solitaria, sin más ruido que el de mi gato petardo y el que yo misma quiera ir haciendo.
No dispongo con facilidad de días como hoy, y a mi todavía me parecen un lujo que saboreo con placer: disponer de mi casa y de mi tiempo sin agenda ni planes, con mis seres queridos a buen recaudo, con mi niña ajena a mi en el mundo de su padre, con mis amigos en sus propias vacaciones y viajes que no me incluyen, con mi copiloto saliendo de casa para volver por unos días al trabajo que le suelda con un hilito mínimo al suelo de acera.
Para hoy tengo pensado escribir un poco, leer la prensa acumulada de la semana, los artículos largos en los que nunca me puedo detener. Ver alguna película (que aun tengo que buscar en La Red), pintar un hacha para regalársela personalizada a un amigo valiente que se ha reinventado con una casa en medio de la nada de una montaña, hacer ganchillo, patinar un poco, visitar a una amiga y hacer coladas (no todo va a ser poético y elevado).
Pero me he despertado antes que mis compañías y he comenzado el día perezoseando y leyendo el libro que estos días vive en mi bolso: "El Profesor del Deseo" de Philip Roth. Me está gustando tanto que ya lo he regalado una vez antes de terminarlo y ahora voy por el segundo intento pensando que dentro de nada saldrá de nuevo de mi casa.
Creo que le voy a dejar en la guantera de la Luisi junto a la vez que el de "Cuando Ella era Buena" también de P.R., el de "Un trozo de mi corazón" de Richard Ford y el de "Hacia Rutas Salvajes" de John Krakauer. Muy cerquita del remanente para gasolina que Mónica ha dejado allí. Y así nos inventamos la terapia completa.
Un besito, Mónica. Empiezo a pensar que las costuras son unas pedorras que tienen vida propia, a veces son elásticas y dan todo lo que pueden de sí. Otras, son de barro, y por mucho que una las pegue se abren por el mismo sitio una y otra vez. Quédate tú con las llaves, yo guardo otro juego.
Andreílla, espero que disfrutes muchísimo tu viaje. Japón me parece un lugar fascinante.
me encanta la idea de ir dejando libros por doquier para que la gente los encuentre... Una vez encontre un "libro liberado" y yo misma tambien he liberado unos cuantos con dedicatorias furtivas e intencionadas, libres y liberadas por anonimas y dirigidas al desconocido de turno que pase por el lugar x antes que nadie y que su curiosidad le lleve a tomar, abrir y leer. Sonreir tal vez y mirar por encima del hombro a derecha e izquierda para ver si alguien mira como se lleva esa posesion ajena, d el otro... de todos...
ReplyDeleteIrma y su árbol genealógico (niña, Inti, Luisi) han vuelto al cibermundo (iba a escribir "mundo paralelo", pero ¿quién ha dicho que éste sea menos real?!), olé!!!. Ya te echaba de menos: soy una fan de tus "Memorias..."!!.
ReplyDeleteArgentina estaba plagada de "Bibliotecas Viajeras" en todos los Youth Hostels: cogías un libro y dejabas otro. Así (usaditos, con manchas y releídos tropecientas veces) daban vueltas por el país cambiando de mano. Creo que es una forma preciosa de entender la lectura...eso sí, no se te ocurra regalar "El profesor del deseo" antes de llegar al pasaje en que escribe una carta en un hotel de Praga. Es la mejor explicación sobre por qué se lee (y por qué se escribe) que he encontrado nunca!!!. Y reconocerás conmigo que titular algo "Cuando ella era buena" es, necesariamente, ser un genio.
No te ruego que retomes tu blog porque me resulta una petición tan indiscreta e íntima como pedirte prestadas unas bragas...pero por dentro lo pienso, qué conste!!!!.
Abrazo a ambas. Andre
¿pedir prestadas unas bragas? esta es capaz de dejartelas!!!
ReplyDeleteMónica: tus fans invaden blogs ajenos!. Tienes un comentario esperándote en mi "Fat girl"...!!
ReplyDeleteAndreilla, como sospecha Mónica, yo si presto hasta las bragas, pero como sospecho yo que no las necesitas, he colgado un post nuevo, y al hilo del asunto. Hala! ya sois culpables las dos.
ReplyDeleteUn placer y un honor que visites mi casa.