Jugando a la petanca en Luang Pra Bang, volvi a mi infancia de nuevo. Recordaba aquellas fotos que mis padres, especialmente mi padre, me mostraban de la pequenya Monica apuntando, muy seria, antes de lanzar la bola, todavia con un parche en uno de mis ojos intentando corregir un estrabismo incorregible. Fui una pequenya campeona de petanca durante veranos y vacaciones varias en el camping donde soliamos pasar los fines de semana y demas fiestas. Y me gusto mucho comprobar que no he perdido mi toque magico.
Jugar a la petanca en Laos, es como en Espanya, el billar. El juego esta abierto a todo aquel que pase junto a la pista, al borde del Mekong. Este tipo de juegos, populares, en que cualquier desconocido es bienvenido producen un efecto de companyerismo en toda la concurrencia. Todo el mundo opina y participa aunque solo 4 esten lanzando las bolas. Todo el mundo se lo pasa bien.
Jugamos en parejas. Ponsi, un guia turistico de la ciudad con un magnifico ingles, y yo contra otra pareja de chicos que, por no hablar, no hablaban ni en Lao. Mis primeros lanzamientos fueron timidos, inseguros, dubitativos. Pero a medida que el juego fue avanzando mi mano derecha gano confianza y Ponsi y yo hicimos un par de juegos excelentes.
La verdad es que se monto un buen alboroto, al borde del rio, con la falang jugando a la petanca.
Hola Monica,
ReplyDeletetengo alguna pregunta que hacerte sobre las fotos, me gustarĂa ponerme en contacto contigo.
Mi e-mail malagon.juana@gmail.com
Saludos africanos